Mixblik fue creada en 2020 por las neerlandesas Iris van Beers y Esther van der Hoeven, con la voluntad de ofrecer una nueva oportunidad al mayor número de mujeres posible. Y, para ello, se dedica a la elaboración y venta de alimentos envasados, sostenibles y de producción local.
Mixblik es por tanto un dos en uno, una fundación y una empresa, una iniciativa de conservas con valor social. Todo comenzó con el proyecto ‘Blikvanger’, un taller social y creativo para mujeres vulnerables. A partir de esta iniciativa, varias de las mujeres participantes decidieron embarcarse en la aventura Mixblik.
En Mixblik elaboran diferentes tipos de alimentos en dos tamaños distintos: estofado de lentejas, Silsia de Eritrea, hummus y muchos más productos en proceso. Los dos primeros los ofrecen en latas grandes y pequeñas y el hummus sólo en envases pequeños. Además, también hacen sus propias Sambusas, que son una especie de empanadillas fritas u horneadas, con dos tipos de relleno: patata y zanahoria y perejil con feta.
Problema: cómo conseguir autofinanciación con guisos en conserva
El mayor problema para esta entidad neerlandesa fue combinar su valor social como Fundación y convertirse en un negocio viable para poder autofinanciarse. Conseguir dar una oportunidad a mujeres, a menudo analfabetas, ayudándolas mediante la elaboración de guisos enlatados a que desarrollen habilidades, como la administración, ventas, networking y desarrollo de productos. Y, a la par, ser una fundación empresarial totalmente independiente desde el punto de vista financiero ha sido para Mixblik algo muy complejo.
Otro obstáculo con el que toparon a la hora de iniciar su negocio fue cambiar ciertas tendencias. Y es que la ciudadanía de los Países Bajos está muy poco acostumbrada a comprar comida enlatada. Según un estudio social llevado a cabo por una entidad independiente a petición de Mixblik, la sociedad neerlandesa piensa que la comida enlatada no es sabrosa, ni saludable, ni fresca. En dicha investigación se concluye además que las personas preguntadas quieren comer sano y sabroso, pero no tienen tiempo para pasar horas en la cocina. De ahí, que la misión de la fundación se centrara en convencerles de que con sus guisos envasados no solo se puede obtener una comida de forma rápida y sencilla, sino que también es sabrosa y saludable.
Asimismo, a partir del estudio se extrae que solo uno de cada tres consumidores piensa que la comida enlatada es sostenible. Este no es el caso de Mixblik, eligieron latas como envase para sus guisos porque siempre se pueden reciclar. No requieren packaging adicional, son livianas y pueden mantener los alimentos bien fuera del refrigerador. Por lo tanto, hay un bajo desperdicio de energía en el transporte y en el almacenamiento posterior.
Reto: elaborar guisos enlatados sabrosos, naturales y sin necesidad de refrigeración
Los retos surgieron porque perseguían los siguientes objetivos:
- Que sus productos no necesitaran frío.
- Que las latas no se oxidasen.
- Que sus guisos quedaran sabrosos, sin necesidad de aditivos ni conservantes.
Conseguir que sus estofados de lentejas, Silsias de Eritrea y hummus quedaran lo suficientemente gustosos una vez conservados, suponía para esta entidad un rompecabezas. Tuvieron que jugar con los ingredientes de sus recetas sin perder su sabor tradicional. La dificultad radica en las verduras utilizadas y en sus múltiples combinaciones.
Solución: conservar los guisos mediante autoclave
Después de investigar, Mixblik optó por la esterilización como método idóneo para la conservación de sus elaboraciones. Tras estudiar diferentes opciones se decantaron por una autoclave TERRA Food-Tech®. Con la esterilización el tema del frío ya estaba solucionado.
“La experiencia de Mixblik con TERRA Food-Tech® ha sido muy agradable, nos han ayudado mucho tanto con la configuración de la autoclave como en los primeros pasos del enlatado.”
Iris van Beers y Esther van der Hoeven, fundadoras de MixBlik
La corrosión en las latas era otra cosa porque con el agua y las altas temperaturas tendían a oxidarse dando un sabor horrible a las comidas y haciendo que las etiquetas no se engancharan. Al final con la ayuda técnica de TERRA Food-Tech®, lograron dar con el tiempo exacto para que los envases de metal no se corrompieran.
“Las latas no son tan fáciles como los frascos de vidrio. Hay que controlar muy bien la calidad del agua para evitar la corrosión y el cierre. Es un trabajo muy muy minucioso.”
Iris van Beers y Esther van der Hoeven, fundadoras de MixBlik
El sabor de sus platos fue otro de los temas que les trajo de cabeza porque, como ya habíamos comentado antes, este también depende del tipo de verdura empleada, especialmente, a la hora de esterilizarlas. Hicieron muchas pruebas diferentes combinando diversas verduras, hierbas y tiempos de cocción. Finalmente, encontraron las configuraciones y recetas más adecuadas para la mayoría de sus productos. Aunque, todavía están estudiando cómo conseguir que la berenjena se mantenga gustosa después de la conservación.
“La autoclave de TERRA Food-Tech® ha sido muy importante para nuestro negocio, ya que sin ella no habríamos podido vender ninguno de nuestros productos a largo plazo. Estamos muy contentos con nuestra autoclave y los servicios que ofrece TERRA Food-Tech®.”
Iris van Beers y Esther van der Hoeven, fundadoras de MixBlik
Ahora, una vez ya han alcanzado casi todos sus propósitos, desde Mixblik nos explican que tienen un protocolo de actuación ya muy establecido. Cada uno de sus preparados lo empiezan desde cero. Además, aprovechan el calor que se genera mientras procesan sus productos y por ello sus guisos no se cocinan del todo y se terminan dentro del autoclave. Rellenan y pesan las latas, asegurándose que el gramaje de cada una es el correcto. Cierran el envase con una máquina específica para ello. Ponen el lote en la autoclave, eligen una lata de prueba, se ubica en medio del resto de latas y le insertan la sonda corazón de temperatura para saber cuándo la esterilización está lista. Asignan el programa específico de la autoclave y dejan que la máquina haga su magia. Cuando termina el proceso, las latas se almacenan hasta ponerlas a la venta.
“Definitivamente lo volveríamos a hacer. Con los conocimientos que hemos recopilado, una vez sorteados todos los obstáculos con los que nos hemos encontrado, tenemos más confianza en el futuro de nuestros productos enlatados. Y, la verdad, es que la autoclave de TERRA Food-Tech® te lo hace todo mucho más sencillo.”
Iris van Beers y Esther van der Hoeven, fundadoras de MixBlik